Vamos sin paro a la muerte,
pues forma parte de la vida;
no depara mejor suerte
tratarla como una desconocida.
Igual que el débil vive el fuerte
con toda el alma prendida;
vivirla en plenitud la convierte
en dichosa sin medida.
Sentirla siempre ilusionado
con esperanzas que acaricias
de gozar enamorado
de las supremas delicias.
Disfrutarlo siempre es un consuelo;
es lo que ofrece el amor,
en el que hallarás el cielo
en su mayor esplendor.
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