Como el caudal de un río, soy
que transcurre por la vida,
sorteando los berruecos, voy
y acariciando las orillas,
que se abandona en ocasiones
que transcurre por la vida,
sorteando los berruecos, voy
y acariciando las orillas,
que se abandona en ocasiones
a la suerte de la vida,
que sin especiales razones
te va muriendo día a día.
Soy como el Ave Fénix
que renace de sus cenizas
que se alimenta de la esperanza
de las supremas delicias
que cuando estoy bien lúcido
descubro en el horizonte
recobrando buenas pericias
para enfrentarme al monte.
Soy como el sol naciente
que nace y muere cada día
tan pronto es complaciente
como te causa heridas;
como fruto de la tierra
que crece con la sequía
y que madura entre la maleza
entre rocas, y con porfía.
Soy como el río que pasa
Soy como el río que pasa
por la vida, por su suerte,
soy como el río que transcurre
en dirección a su muerte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario